La crisis en la UCR se intensifica tras el asado en Olivos, donde el diputado Mariano Campero interrumpió el evento. Javier Milei busca una alianza con la UCR y el PRO, mientras la economía y el descontento popular crecen.
Según reveló el diario Clarín, el radical Mariano Campero interrumpió el asado en Olivos el martes por la noche, dirigiéndose al presidente Javier Milei y a su hermana Karina. El diputado, uno de los cuatro legisladores suspendidos por la UCR por su conducta en una votación clave, alzó una copa y gritó: “¡Viva la patria!”, a lo que Milei respondió con entusiasmo.
Durante el encuentro, Milei llamó a sus invitados a unirse en 2025 para “aplastar al kirchnerismo”, sugiriendo por primera vez la posibilidad de ampliar La Libertad Avanza para las próximas elecciones, incluyendo a sectores de la UCR. El evento causó un revuelo en la UCR, que convocó una reunión de bloque para discutir la situación, marcada por gritos y la amenaza de ruptura.
La tensión aumentó cuando un diputado reveló un audio en el que el presidente de la Convención, Gastón Manes, advertía sobre la influencia negativa de los “diputados rebeldes” en la estrategia electoral. A pesar de las presiones, varios radicales asistieron al asado, donde se discutió sobre la posibilidad de formar un interbloque con otros partidos.
En términos económicos, Milei reafirmó su compromiso con un déficit cero y la reducción de impuestos, a pesar de que la situación económica se deteriora, con un aumento del desempleo del 6,2% al 7,6% en el último año. Las ventas en supermercados también cayeron un 17,2% interanual, reflejando una profunda crisis.
La oposición, liderada por figuras como Cristina Fernández de Kirchner, enfrenta sus propios desafíos, con críticas internas y falta de atención en sus actos. A medida que Milei toma decisiones difíciles, se acerca el momento de un posible veto a la ley de financiamiento universitario, lo que podría generar reacciones negativas en un sector sensible para la población.